¿Qué diría usted amigo lector Cristianos si le dijera, que según la Biblia, Dios es un asesino de Niños?... claro, evidentemente usted dirá que como Ateo estoy mintiendo o manipulando las escrituras.
Sin embargo no le mencionaré los asesinatos de niños en el diluvio (que debieron morir muchos), o los primogénitos muertos durante la ultima plaga de Egipto, o los niños asesinados en las tantas batallas que realizaron los sagrados Israelitas conquistando naciones vecinas donde no dejaron “ni mujeres, ni niños, ni animales con vida”.
Usted responderá “Esos niños que murieron no los mató Dios; murieron como consecuencia de actos divinos o por las acciones de los lideres israelitas”. O sea, murieron como “Efecto colateral” de las decisiones de Dios. Este extraño razonamiento dejaría incólume (como inocente paloma) al todopoderoso y amoroso Dios.
Pero si también le dijera que la Biblia nos dice que el mismo Dios con sus propias e invisibles manos asesinó a un niño específico… ¿Me creería? Si, amigo lector, a un niño inocente...
Veamos:
El maravilloso Rey David ve bañándose desnuda a la bella Betsabé y no resiste la tentación y la toma para si sin considerar un detallito: estaba casada con Urías. David pensaría “Bah, soy Rey, hago lo que me venga en gana”… pero Betasabé sale embarazada. A David se le ocurre una maravillosa idea para salir del embrollo: engañar a Urías para que duerma con su esposa y ¡fácil!, creería que el niño es suyo. Pero no funcionó este ardid. Ni modo, David es Rey y envía a Urías al frente de batalla y resulta muerto tanto Urías como el problema de David. El Rey toma a la chica como esposa y listo, todos felices. (2 Samuel, cap 11)
Pues no. Hay alguien que no está muy feliz: Dios.
Dios envía a su profeta Natán a reclamarle a David su comportamiento como robamujeres y asesino.
2 Samuel 12,9-12
12:9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón.
12:10 Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer.
12:11 Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol.
12:12 Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol.
David, totalmente delatado se arrepiente infinitamente con las palabras: “Pequé contra Jehová” y asombrosamente Dios lo perdona por tan elocuente discurso de arrepentimiento:
2 Samuel 12:13
Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.
Pero claro… Dios no se quedaría sin su venganza, se cobraría de alguna manera… ¿Adivinaría usted amigo lector como se vengaría Dios?
Matando al hijo de David con Betsabé con sus propias manos:
2 Samuel 12,14-18
12:14 Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá.
12:15 Y Natán se volvió a su casa. Y Jehová hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y enfermó gravemente.
12:16 Entonces David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y pasó la noche acostado en tierra.
12:17 Y se levantaron los ancianos de su casa, y fueron a él para hacerlo levantar de la tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan.
12:18 Y al séptimo día murió el niño;
Así es amigo lector, tal como leyó, textualmente dice: “Y Jehová hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David” (2 Sam 12,15)
Dios, ese Dios de amor no solo es un asesino convicto y confeso (Ver artículo: Asesinatos de Dios), sino que asesina niños directa e indirectamente; y en este caso particular, para cobrarse una venganza, que a la larga no tendría mucho sentido, porque David seguiría siendo un gran Rey y tendría muchos más hijos, entre ellos el futuro sucesor Salomón.
¿Qué opina usted amigo Creyente lector? ¿Cuál es la excusa? ¿Cómo va a defender a su Dios asesino de inocentes niños?... le recomiendo que utilice la infalible excusa: “Los caminos de Dios son misteriosos”… así usted dormirá más tranquilo.
Aunque yo en su lugar de ahora en adelante lo pensaría dos veces cuando vuelva a leer el famoso versículo… “Dejad que los niños vengan a mi”…
Fuente: http://ateismoparacristianos.blogspot.com
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