Recuerdo que en cierta ocasión, una mujer me dijo que quien no creía en el amor es porque nunca lo ha sentido; y debo decirle quería y apreciada señorita; que usted está en lo cierto, uno no puede creer lo que no siente, vale preguntarnos ¿Que será el amor?, será acaso sexo, besos y palabras embusteramente afectivas. Para muchos (y por no decir la mayoría) eso es el amor; pero para quienes sabemos que es la soledad, podríamos decir que el amor trasciende más a un plano de aceptación, erotismo, sensualidad, respeto y sobre todo libertad. El amor no es solo decir te quiero, el amor es sentirse libre y atrapado por la persona que se comparte; el amor no es sentir que esa persona lo es todo, es en realidad sentir que uno lo es todo junto con la persona; por ello las madres nunca se avergüenzan de sus hijos porque en ellos ven un complemento extraordinario a sus vidas, alguien que no lo es todo sino un ser que les permite sentirse el todo. Por ello, que viva el amor, entre los hombre
El infierno... si el infierno, aquel rodante e inexpresable averno cubierto de fuego, dolores y tormento. El infierno, aquel horrible y metafórico lugar nacido de las corruptas, baratas e incluso, drogadictas mentes de aquellos religiosos del concilio de Nicea. Seria curioso saber que drogas eran necesarias consumir para poder participar como artífices de la biblia, de seguro de haber estado allí, hubiese creado un capitulo en donde la palabra central seria sangre... bueno; creo que las personas de la época también tendrían derecho a sus lecturas Gore (aunque no niego que la biblia hizo bien su papel), claro; que si la muerte de Jesús fue tal como Mel Gibson lo hizo creer... es mi deber expresar que los productores de Saw o Hostel (ahora que recuerdo viejas películas) son unos pobres imitadores de la historia. Ahora bien, no pretendo continuar describiendo el como se creo la biblia, porque en realidad para los cuentos de ficción, me quedo con Harry Potter; por lo